PERíODO SECO
Donde todo comienza

El período seco contempla una etapa importante de reposo para la vaca lechera y es crucial para maximizar la productividad en la lactancia siguiente. Tanto, que el inicio de la próxima lactancia comienza aquí.
  
Traducción de Ana I. de Prado, Corporate Technical Manager, Francia; por MV Victoria Reynals, Servicio Técnico Rumiantes de Ceva Salud Animal, victoria.reynals@ceva.com
 
Hay cambios anatómicos, fisiológicos e inmunológicos que ocurren en la glándula mamaria durante el período seco. En este período temprano, la glándula mamaria debe involucionar rápidamente para mantener la salud de la ubre y optimizar la producción. Esta fase tiene un alto riesgo de nuevas infecciones intramamarias (NIIM) y tarda de tres a cuatro semanas en completarse. Una ó dos semanas antes del parto, el riesgo de NIIM es alto nuevamente.
 
La importancia del período seco, en la epidemiología de la mastitis al parto, ha sido estudiada durante años. Algunos estudios demostraron que las nuevas tasas de infección, por organismos ambientales, fueron diez veces más altas que durante la lactancia. También se demostró que la adquisición de NIIMs en el período seco, puede tener un impacto dramático en la incidencia y distribución de la mastitis clínica en la lactancia subsiguiente.

Los tres ejes del secado: manejo, salud de la ubre y bienestar animal

Una preocupación clave al secado es minimizar el riesgo de infecciones intramamarias. Sin embargo, hay otros dos aspectos igualmente importantes y muy relacionados con la salud de la ubre. Estos aspectos ó ejes son el manejo y el bienestar. El potencial genético para la producción de leche ha aumentado durante las últimas décadas y, como resultado de esto, se ha convertido en un desafío detener la producción de leche en vacas lecheras.

 

Manejo del secado

 

Actualmente, las vacas lecheras son difíciles de secar abruptamente, ya que producen más leche y son más propensas al goteo ó fuga de leche (milkleakage, ML) con un mayor riesgo de NIIM. Por lo tanto, el National Mastitis Council (NMC), recomienda suspender la alimentación de concentrado dos semanas antes del secado previsto, para reducir la producción diaria de leche a menos de 15 kg por día antes del secado.

El procedimiento de restricción de la alimentación en la lactancia tardía y durante el secado representa un desafío metabólico para el ganado, dando como resultado el aumento de los ácidos grasos no esterificados en sangre (NEFA´s) y de los niveles de cortisol.



Las vacas que sufren goteo de leche después del secado son cuatro veces más propensas a desarrollar mastitis clínica y tienen 6,1 veces más riesgo de desarrollar una IIM, con un patógeno mayor durante el período seco, que las vacas que no tienen goteos.

Bienestar al secado

El método de secado brusco resulta en la acumulación de la leche en la ubre. Esto conduce a la congestión de la ubre (con aumento del volumen y la presión de la ubre) y fugas de leche. Esta congestión causa molestias y dolor, ocasionando una reducción del tiempo total de reposo.

El período de seca es una etapa de descanso muy importante para la vaca lechera. Comienza con la elección del método de secado, que tendrá consecuencias en el manejo, en la salud de la ubre y en el bienestar. Es necesario entonces, un método más sencillo para reducir abruptamente la producción de leche, sin exigir restricciones alimentarias, ni reducción en la frecuencia de ordeñes, de manera de poder simplificar el manejo y no afectar la salud de la ubre ò el bienestar de la vaca.

 

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