El Médico Veterinario Federico Lüchter, explica la importancia de vacunar a las madres bovinas con Ganadera 4 SOM, cuáles son los principales inconvenientes y cómo, con la prevención mediante vacunas, iniciar de la mejor manera el manejo sanitario en un rodeo de cría.
El Dr. Lüchter, comienza diciendo, que en producción animal, bovinos en este caso, no existe un plan sanitario único. “Un plan sanitario deberá diseñarse, según cada establecimiento, acorde a sus características productivas, región, manejo y la consideración de algunos factores de riesgo de tipo particular”, sentencia.
En el caso de un rodeo de cría y referido al llamado Complejo Reproductivo, la Ganadera 4 SOM (G4) representa una herramienta preventiva muy eficaz, cuya formulación, está dirigida a otorgar protección inmunitaria contra los distintos agentes virales y bacterianos que intervienen en la ocurrencia de dicho complejo.
“La G4 es una vacuna reproductiva, que contiene en su formulación los virus IBR (Rinotraqueítis Infecciosa Bovina) y DVB (Diarrea Viral Bovina). El primero ataca principalmente a las mucosas respiratoria, digestiva y genital y adquiere con frecuencia, en hembras gestantes, formas abortivas”, aclara el médico de Ceva. El Virus DVB, representa una de las principales causas de muertes perinatales por diarreas severas y es también causa de abortos y nacimientos de terneros con malformaciones congénitas.
La composición antigénica de G4 SOM contempla también a la Leptospirosis. Es esta una enfermedad de gran importancia reproductiva por sus efectos abortivos y en casos en que el ternero logra superar la enfermedad dentro del útero, nace con una marcada debilidad y la predisposición a una reagudización de la enfermedad y posterior muerte.
Luego, Lüchter comenta que, antigénicamente, “La G4 SOM está dirigida a proteger contra el Haemophilus somnus, agente causal de diversas patologías infecciosas reproductivas, respiratorias, como así también en animales adultos, de Meningoencefalomielitis Trombótica".
Respecto al uso de la G4 SOM, el entrevistado comenta que “esta vacuna, cualquiera sea el esquema sanitario aplicado, deberá ser usada en dos etapas del ciclo productivo, a saber: Pre-servicio y Gestación. Durante el Pre-servicio se aplican a madres, tanto vacas y vaquillonas dos dosis con un intervalo de 3 a 4 semanas. La segunda dosis, unas 3 semanas pre-servicio (agosto/septiembre). En el período de gestación, se vacuna al tacto, y se revacuna de enero a junio”.
El Dr. Lüchter hace especial mención a algunos factores que pueden atentar contra las buenas prácticas en materia de vacunaciones. “El inconveniente que a veces se presenta es que para vacunar, siempre es necesario mover a los animales, por lo que el productor trata de, en un solo movimiento, realizar varias vacunaciones y a veces otras maniobras. Es en estas circunstancias cuando pueden presentarse efectos indeseables al aplicar en forma simultánea vacunas de distinto tipo de adyuvantes, ya sean oleosos o acuosos o por interferencia de componentes incompatibles, que los desencadenen en anafilaxia, por ejemplo”, aclara.
El cálculo costo/beneficio en cuanto a la prevención de las enfermedades infecciosas, mostrará siempre que el primero es menor. Un plan sanitario adecuado, siempre será rentable, por disminución de pérdidas y aumento de producción.
Por último el Dr. Lüchter recomienda en todos los casos, contar con el debido asesoramiento veterinario.