Conversamos con Ignacio Iriarte, consultor y director del periódico especializado Informe Ganadero. Con él analizamos la actualidad del mercado de la carne. Aquí, el pensamiento y las palabras de un referente del sector ganadero por excelencia.*
Sobre el mercado ganadero
Iriarte comienza su análisis del mercado: “Pasamos de la euforia al escepticismo. Hubo tres años fatídicos, de 2007 a 2009, donde se perdieron diez millones de cabezas. Pero también hubo un momento de euforia y de altos precios, entre 2010, 2011 y parte de 2012, donde se recuperaron tres de los diez millones que se habían perdido. Eso es solamente el 30%”. Ese fenómeno de retención ganadera y un porvenir que no tenía horizonte, se terminó en los últimos dos años porque la inflación se comió los precios reales de la hacienda. Y continúa: “hubo algunos factores que hasta hace dos años no se los visualizaba como un problema que podía ser tan grave. El primero es la inflación; el segundo, las carnes sustitutas, con una producción muy grande de pollos y cerdos; y el tercero es la falta de exportación”.
“La carne ya no es un producto escaso. Antes, como era escaso, era caro, y por eso, inducia a criar. Esa ecuación funcionaba a nivel nacional. Hoy estamos en una situación de equilibrio entre lo que se faena y lo que produce el stock. Si bien, desde hace algunos meses los indicadores van hacia una zona de peligro, todavía no la alcanzamos”, aclara Iriarte. Y continúa: “Yo creo que en el próximo recuento de hacienda que se hará en marzo de 2014, va a resultar un aumento muy pequeño, o hasta podremos mantener el equilibrio. Es muy difícil predecir si de ese equilibrio pasaremos a liquidación o no… hay mucha gente con una visión negativa respecto de que no hay solución a corto plazo. No olvidemos que los precios de la hacienda han caído mucho, y la gente necesita vender…”.
Pero sin duda, este panorama se ve favorecido con un ciclo climático relativamente favorable.
El fenómeno de China
Sobre el mercado internacional, Iriarte cuenta que es muy bueno y sigue creciendo. Tiene un nivel de 9 millones de toneladas. “Nosotros exportamos sólo 180 mil toneladas, es decir, el 2% del mundo; ahí nos damos cuenta que no somos nadie”.
En ese marco mundial, Iriarte analiza “un ingrediente nuevo y extremadamente importante, que es la explosión del fenómeno chino”.
China esperó durante 20 o 30 años para ser parte de este mercado, y hace ocho o diez meses aparecieron de forma abrupta, siendo hoy el primer destino de Uruguay y siendo Hong Kong el primer destino de las carnes brasileras. Así, el mundo entero quedó asombrado de lo que están haciendo. “Está claro que en el largo plazo no se sabe quién va a proveer la carne vacuna. Por eso, si Argentina corrige el problema del tipo de cambio, que permite que recupere la competitividad, nuestro país vuelve a tener un panorama muy favorable a nivel internacional. Ahora estamos totalmente encerrados en nuestro mercado local. El 93/94% de lo que producimos, lo consumimos internamente; hoy la exportación no es más del 7%. Hace cuatro años, era del 20%, y hace nueve, del 25%. Se ha renunciado a exportar. Se han quitado muchas de las trabas que se han puesto, por la necesidad de dólares, pero las exportaciones aún no reaccionan”, cuenta, preocupado, Iriarte.
Lo que está sucediendo en China, es lo que va a suceder en el resto del mundo. Una creciente población y un incremento de la renta per cápita, que hace aumentar el consumo de carnes vacunas. Hoy se ve en china, pero lo vimos con Brasil. Son países con poblaciones enormes, con sectores de clases bajas que ascienden a consumos de la clase media, que tienen autos, prepagas, que mandan a sus hijos a colegios privados. Es una China urbana, que crece a una tasa de 7/8% y por ende, hace crecer la demanda por carne vacuna.
“En el largo plazo, nosotros somos un posible proveedor por formar parte del Mercosur. Mientras países como Paraguay, Uruguay y Brasil aprovechan a pleno de esa demanda, confiemos en que Argentina se reacomode y abra al mundo para volver a participar de ese generoso mercado”, concluye esperanzado Ignacio Iriarte.